Gastronomía Francesa
El Valle del
Loira destaca por la calidad de sus restaurantes, muchos de ellos portadores de
Estrellas Michelín. Sí el Valle del Loira representa el ‘arte de vivir’, no es
sólo por la diversidad y majestuosidad de sus paisajes, ciudades y monumentos,
sino también por tratarse de la tierra del ‘buen comer y el buen beber’.
Así, parte fundamental del día a día de
los habitantes del corazón de Francia lo ocupa la gastronomía.
Mencionar los productos del corazón de Francia es sinónimo de hablar del terruño. Así, en el Valle del Loira es muy común el cultivo de leguminosos, gracias al clima favorable propio de la región. Gozan de gran reputación los espárragos – adaptados especialmente al terreno arenoso de las riberas del Loira- tanto por su untuosidad como por su sabor excepcional.
Pero la oferta gastronómica no se queda ahí y la región promete sorpresas gustativas para los gourmets más exigentes. Los platos de pescado gozan, también, de una gran importancia en esta región del corazón de Francia: sábalos, anguilas, lucios… como se suele decir en la comarca, no hay lugar en el que se cocine mejor el pescado de río que en el Valle del Loira.
Si bien comer es un verdadero placer todas las épocas del año, con la llegada del otoño la experiencia se vuelve más intensa. El brote de las setas constituye el momento de mayor esplendor en la cocina del Valle del Loira: boletus, pies de cabra, pieds de mouton, trompetas de la muerte, mízcalos y hongos sombrilla enriquecen los platos de carne para dar lugar a sabores inolvidables que dejan huella. Y es que no hay buena mesa del lugar que no incluya entre su carta carne de caza, como liebre, jabalí, ciervo o faisán.
La Asociación « Cuisine » constituye un claro
ejemplo de la importancia de la gastronomía en el Valle del Loira. Aglutina a
unos 30 de los restaurantes más destacados, muy conscientes de la calidad de
sus productos y de su saber hacer. Dichos restaurantes conceden prioridad a los
productos locales, constituyendo lo que podría considerarse como una ‘biblia del
terruño’ francés. Además, no sólo se centran en la calidad de sus productos,
sino también en el servicio prestado, a fin de convertir la hora del almuerzo
en toda una experiencia redonda. Así, todo detalle es digno de la máxima
atención, desde la recepción del comensal, hasta la presentación del plato.
Asimismo, estos restaurantes trabajan activamente con los ganaderos,
agricultores y viticultores locales para asegurarse los productos de la mejor
calidad posible.
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